Correr levanta pasiones. A los que les gusta, les gusta de verdad: los madrugones, las ganas de mejorar o la sensación del aire fresco en los pulmones. Compartir una pasión con alguien es una de las grandes alegrías de la vida, especialmente cuando esa persona es tu pareja.
Hacer deporte en pareja puede ser apasionante. Y significa poder contar con alguien que te hace más responsable, te desafía y te anima. Siempre es agradable tener a alguien con quien charlar, ya sea durante una carrera larga o durante un refrescante trote en pareja. Correr en pareja tiene algunos beneficios únicos.
Si tienen familia y hay momentos en los que no pueden correr porque uno de ustedes debe permanecer en casa cuidando a los niños, entonces transfórmenlo en una actividad familiar.
Correr en pareja ayudará a fortalecer la relación, se pueden tener objetivos en común o simplemente realizarlo por salud. Definir retos como un maratón o la primera carrera, puede darle un toque especial y un mayor compromiso.
Correr con tu media naranja puede convertirse en tiempo de calidad, logrando incrementar la comunicación y mantenerse motivados durante el entrenamiento, si alguno de los dos desiste, el otro puede animarlo.
Si te parece interesante, primero debes tener claro los objetivos, el ritmo de cada uno y el nivel. Platicar sobre el objetivo de los entrenamientos ayudará a definir si se busca ser más competitivo, bajar de peso para mejorar la salud o una actividad que ayude a bajar el nivel de estrés.
Si, además, si se colocan metas y entrenan a la vez para una carrera, encontraran la motivación necesaria para seguir la rutina de entrenamiento, lo que asegurará no fallar a la hora de completar casi todas las sesiones necesarias para la puesta a punto.
Viajar en pareja para correr es algo que une muchísimo. Seguro que no olvidareis esa meta que cruzasteis de la mano, o aquella en la que, aunque no corristeis al mismo ritmo, allí estaba él o ella para daros el abrazo de final de carrera.
Entrenamientos Para Parejas:
Está bien tratar de correr con tu pareja como “si hiciéramos una carrera normal, pero juntos”. No hay nada malo en un trote ligero y algo de conversación. Pero cuando corres en pareja, se plantean nuevos aspectos relacionados con la carrera que no están presentes si corres solo.
Por ejemplo, uno de los dos puede no correr. Probad que un día uno corra y el otro vaya a su lado en bici. Esto puede cuadrar muy bien esas mañanas en las que uno de los dos no tiene ganas de correr o si prefiere centrarse en mirar y entrenar al otro. Es genial cuando el corredor más rápido quiere darse un poco de caña. Puede correr a tope mientras la bici va a su lado animándole.
También se pueden hacer relevos y sprints. Los relevos de sprint son una buena manera de cambiar el ritmo, aunque es preferible que lo hagáis en una pista o parque donde no os molesten. No es demasiado convencional hacer relevos largos con solo dos personas: es posible que uno tenga que adelantarse andando para hacer el cambio de testigo. Pero es divertido y solo puede hacerse bien en pareja.
Por no hablar de la carrera. Corta y sencilla, compleja, con desniveles y larga, ¡no hay nada como correr una carrera! Como en todo lo que tiene que ver con correr en pareja, asegúrate de que los dos estáis de acuerdo en competir un poco. Si lo que tu pareja quiere es salir a trotar un poco y pasar tiempo juntos, no le presiones.
Todo está en saber lo que os apetece a los dos. Y también está bien si esto es algo que hacéis de vez en cuando, y no cada vez que os calzáis las zapatillas.
Y si después de todo no funciona, no te preocupes. Hay personas que prefieren correr solas (o no correr) y vuestra compatibilidad al correr no es un indicador mágico de vuestra compatibilidad como pareja.
Correr con tu pareja puedes ser tal vez la mejor forma de mantenerse en forma, además de pasar tiempo juntos y animarse mutuamente a mejorar