El Acuatlón es un deporte individual y de resistencia, que concentra 2 disciplinas deportivas: natación y atletismo. En una competencia de este deporte se aplica el orden siguiente: Carrera caminando, Natación en aguas abiertas seguida de otra carrera. Una prueba de acuatlón es de pura resistencia y se basa en cubrir 2,5 km corriendo, entrar en aguas abiertas y nadar 1 km para al final salir y concluir con otros 2,5 km corriendo.
La distancia recorrida en la prueba de acuatlón es impuesta por la Unión Internacional de Triatlón (ITU) es: Distancia corta: 2,5 km + 1 km +1,5 km. A veces suele variar a 2 km dependiendo de la distancia en mar.
El atractivo de este deporte es que pueden participar todo tipo de deportistas. Es una prueba de velocidad muy emocionante y con bastante adrenalina, y que las personas que quieren apuntar a participar en un triatlón, puedan animarse a probar otra de sus modalidades. Incluso si uno no confía mucho es sus habilidades en el agua, puede realizar la prueba en postas (uno nada y el otro corre) y completar las distancias.
¿Cómo preparar una prueba de acuatlón?
Al ser el acuatlón una prueba de resistencia, un participante debería entrenarse bien y de esta forma llegar a la competición con un estado físico bastante bueno. Pese a recorrer distancias cortas, la mezcla de 2 disciplinas diversas eleva la complejidad en este deporte.
Para elaborar la prueba debemos variar el entrenamiento, salir a correr y nadar en días diversos y descansar en las etapas necesarios para que nuestro cuerpo humano se recupere. Se debería conservar un ritmo sustentable en la primera parte de la carrera (2,5 km a pie) para llegar bien al nado (1 km) y al final salir del agua para concluir corriendo otros 2,5 km.
Mantener el control del acceso en el agua es primordial. Tener un acceso intenso puede ocasionar que nuestra frecuencia cardiaca o la respiratoria maximicen a un punto al que no estamos acostumbrados. Debemos asegurarnos bien los anteojos y de esta manera no se saldrán en mitad del recorrido. Si esto llega a pasar, es mejor parar para ajustarlas.
En aguas abiertas es más simple desorientarse; por esa razón, debemos buscar un punto de alusión en el exterior para ubicarnos cada vez que salgamos a respirar. Lo cual constantemente se propone en estas pruebas es competir sin preocuparte de los otros, ni ver la época que llevas compitiendo. Las distancias tienen la posibilidad de variar conforme la organización para facilitar la prueba a los competidores reconocidos: una ejemplificación sería una prueba con 1,5 km corriendo, 500 m nadando y 1,5 km corriendo.
Consejos para tu primer Acuatlon
– Dosifica tus fuerzas desde el principio: a pesar de que son distancias bastante cortas, no debemos olvidar que estamos mezclando dos disciplinas muy diferentes. Si aceleramos demasiado en la carrera inicial, llegaremos demasiado cansados al agua.
– Controla bien tu entrada al agua: hay que tener especial cuidado en entrar al agua con suavidad y sin excesiva prisa. La inercia de haber realizado una buena carrera puede llevarnos a entrar demasiado fuertes al agua, provocando que nuestro ritmo inicial sea bastante superior al que soportamos.
– Busca un punto de referencia: en el mar, a diferencia de la piscina, podemos desorientarnos con mucha facilidad, así que lo mejor es buscar un punto de gran tamaño que nos ayude a tomar como referencia cada vez que vayamos a respirar.
– Colócate las gafas si es necesario: puede suceder en muchas ocasiones que no nos hayamos colocado bien las gafas o que se nos desajusten en mitad de la travesía. En lugar de seguir nadando a ciegas, es mejor que pares y te coloques correctamente las gafas para seguir nadando con tranquilidad.
– Ve a tu ritmo: no mires el reloj ni pienses en los demás, simplemente ve al ritmo que tú puedes ir. Lo importante es finalizar la carrera y a partir de ahí, ir mejorando personalmente tus marcas a base de un buen entrenamiento.